Finalmente, recibió el grado de capitán general del reino de España y el 4 de marzo de 1525 se le confió el mando de una flota cuya misión era encontrar una nueva ruta hacia las Molucas navegando hacia el oeste. La expedición se componía de tres naves con 150 hombres, que zarpó del puerto de Cádiz (España) el 5 de abril de 1526, llegando inicialmente a la costa brasileña.
Aquí tuvo conocimiento, por boca de náufragos, de una expedición española anterior (Juan Díaz de Solís en 1516), de la existencia de grandes yacimientos de oro y plata. Caboto continuó hasta la boca del Río de la Plata y lo exploró hacia el interior. La anchura del río hizo que lo tomara por el deseado paso hacia el oeste. Desembarcó a sus lugartenientes Francisco de Rojas, Martín Méndez y Miguel de Rodas y exploró el río hasta los saltos de Yacyretá-Apipé, que no pudo franquear.
Encontrándose en 1527 en la costa oriental del río de la Plata (en donde hoy se encuentra el Parque Anchorena), casi frente a la desembocadura del río Paraná construyó un primer fortín, prácticamente un campamento rodeado de un cerco, al cual llamó puerto de San Lázaro, que no perduró. El 9 de junio de 1527 en la desembocadura del río Carcarañá en el río Paraná, a unos 50 km al norte de la actual ciudad de Rosario, construyó un segundo fuerte al que dio el nombre de Sancti Spiritu. Este fue el primer establecimiento español en lo que hoy día es la República Argentina. Cerca de su ubicación se levantó después el pueblo de Gaboto, en la provincia de Santa Fe, para conmemorar el hecho.
En agosto de 1530, Caboto regresó a España, donde fue juzgado por el abandono de la expedición y fue deportado el 1 de febrero de 1532 a Orán. Después de un año fue perdonado por el rey Carlos I y volvió a Sevilla, permaneciendo como piloto mayor hasta 1547, año en que regresó a Inglaterra donde el rey Eduardo VI le concedió una pensión vitalicia y lo nombró gran piloto del reino.
Aquí tuvo conocimiento, por boca de náufragos, de una expedición española anterior (Juan Díaz de Solís en 1516), de la existencia de grandes yacimientos de oro y plata. Caboto continuó hasta la boca del Río de la Plata y lo exploró hacia el interior. La anchura del río hizo que lo tomara por el deseado paso hacia el oeste. Desembarcó a sus lugartenientes Francisco de Rojas, Martín Méndez y Miguel de Rodas y exploró el río hasta los saltos de Yacyretá-Apipé, que no pudo franquear.
Encontrándose en 1527 en la costa oriental del río de la Plata (en donde hoy se encuentra el Parque Anchorena), casi frente a la desembocadura del río Paraná construyó un primer fortín, prácticamente un campamento rodeado de un cerco, al cual llamó puerto de San Lázaro, que no perduró. El 9 de junio de 1527 en la desembocadura del río Carcarañá en el río Paraná, a unos 50 km al norte de la actual ciudad de Rosario, construyó un segundo fuerte al que dio el nombre de Sancti Spiritu. Este fue el primer establecimiento español en lo que hoy día es la República Argentina. Cerca de su ubicación se levantó después el pueblo de Gaboto, en la provincia de Santa Fe, para conmemorar el hecho.
En agosto de 1530, Caboto regresó a España, donde fue juzgado por el abandono de la expedición y fue deportado el 1 de febrero de 1532 a Orán. Después de un año fue perdonado por el rey Carlos I y volvió a Sevilla, permaneciendo como piloto mayor hasta 1547, año en que regresó a Inglaterra donde el rey Eduardo VI le concedió una pensión vitalicia y lo nombró gran piloto del reino.
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